2.0 Lalimnología es una rama de la biología dedicada a estudiar las aguas continentales, es decir, lo que comúnmente conocemos como ríos y lagos.
Es un hecho comprobado que casi la práctica totalidad de las poblaciones humanas se han desarrollado a lo largo de la historia en las inmediaciones de estas masas de agua dulce. Incluso aquellos que vivían a orillas del mar requerían la presencia cercana de alguna fuente de agua potable. No obstante, hasta épocas relativamente recientes, el interés hacia las aguas dulces ha sido bastante escaso. Servían sólo para obtener agua destinada al consumo o a fines agrícolas, para pescar o desplazarse por ellas con ayuda de embarcaciones y para arrojar a su interior los residuos producidos.
Durante milenios la mirada del hombre se detenía en la superficie brillante del agua o en la vegetación ribereña. De manera similar a como sucediera con el mar, todo lo que desaparecía bajo ellas parecía no existir o era sólo objeto de mitos y leyendas. Las aguas parecían una fuente inagotable de recursos y un sumidero insaciable que aceptaba todo lo que se arrojará en él.
Pero no es así. Ya los habitantes de la Roma antigua se quejaban de la mala calidad de las aguas del Tíber a cuyas orillas se apiñaban. Pero fue desde el inicio de la era industrial cuando comenzó a hacerse palpable su creciente deterioro. A comienzos del siglo XX la mayoría de los grandes ríos que pasaban por lugares habitados mostraban ya un estado lamentable.
2.1 El estudio de las aguas dulces
La cría de peces en estanques, muy extendida en los monasterios medievales de Europa para satisfacer la demanda de pescado, o la costumbre posterior de mantener peces decorativos en acuarios, fueron casi los únicos aspectos en los que existió cierto interés hacia este tipo de aguas.
Con las grandes exploraciones científicas de los siglos XVIII y XIX, los zoólogos y botánicos comenzaron a estudiar la vida marina y ante ellos se abrió un mundo totalmente nuevo y sorprendente. Sus descripciones de los pobladores de esas aguas llenaron de admiración, y a veces temor, al gran público.
El estudio de la vida en los mares se concretó en una nueva ciencia, la oceanología. Algunos naturalistas, a mediados del siglo XIX, comenzaron a aplicar los conocimientos adquiridos en los océanos a las masas de agua del interior de los continentes, en primer lugar a los lagos. Se les contempló como pequeños mares en miniatura, pero pronto se comprobó que poseían unas características propias.
Un científico suizo, François Alphonse Forel, publicó en 1871 un libro dedicado exclusivamente al estudio del lago Leman y en 1900 otro que lleva en su título el nombre de "Limnología general". Con ello podemos considerar que esta ciencia se independiza de la oceanología e inicia sus propios derroteros. Foto Villamejor-587-d
Hoy, comenzando el siglo XXI, nadie puede negar la importancia esencial de las aguas dulces para la supervivencia de nuestra especie. De ahí que para poder conservarlas y aprovecharlas sea necesario conocerlas, y los limnólogos se dedican precisamente a proporcionar esos conocimientos que después podrán tener aplicaciones prácticas.
2.2 Objeto de estudio de la limnología
En limnología se estudian todos los aspectos de las aguas continentales, ya sean dulces o salobres.
Las condiciones físicas incluyen conocer el origen del lugar, cómo se formó en el curso de la historia geológica del planeta, así como los diversos factores que hacen que presenten unas u otras características (temperatura, cantidad de sales, corriente, etc.).
Las condiciones biológicas incluyen todos los seres vivos que las pueblan, desde bacterias y otros organismos microscópicos a grandes cazadores adaptados perfectamente a la vida acuática, como son las nutrias, pasando por una gran variedad de insectos, anfibios, reptiles, peces y aves, que ocupan los diversos medios que pueden diferenciarse en ríos y lagos. Foto Garona-1
La limnología es una ciencia ecológica y, como tal, recurre a distintas disciplinas. El limnólogo necesita conocimientos de botánica, de entomología, de ictiología o de ornitología, de geología y de química, de física, etc. y todos esos conocimientos los reúne en un esquema general con el que se pretende conocer cómo funcionan nuestros ríos y nuestros lagos.
2.3 Aplicaciones prácticas
La limnología no es sólo una ciencia pura, destinada a unos pocos especialistas interesados en el tema, sino que posee una importantísima función práctica, que es la limnología aplicada. Gracias a ella se puede mejorar la calidad del agua que consumimos, regenerar un río envenenado con un vertido ilegal de sustancias tóxicas, garantizar la calidad del medio ambiente que rodea estas masas de agua, e indirectamente de todo el entorno, o aprovechar los recursos disponibles en forma de pesca o de energía eléctrica. Todo ello repercute en una mejor calidad ambiental y una conservación de la pluralidad de la vida, la diversidad biológica imprescindible para que no se extinga también la especie humana